jueves, 16 de abril de 2009

FUNCIONES REFERENCIAL APELATIVA Y SINTOMATICA

La comunicación lingüística se establece entre hablante y oyente que comparten el mismo código y entre los cuales se intercambia u mensaje. Entre otros términos se puede decir que uno dice a otro algo sobre las cosas; en lo cual consiste la función referencial en hacer referencia mediante el mensaje al mundo de los objetos y sus relaciones.

Sin embargo en todo acto se habla en toda comunicación lingüística, oral o escrita, dejamos nuestra huella personal. Cuando hablamos aunque no hagamos un referencia específica a ello, manifestamos nuestro estado de ánimo; nuestras actitudes o nuestra pertenencia a un grupo social.

El hablante aunque no lo pretenda da información sobre sí mismo, da síntomas. La función sintomática es, pues la que suministra información sobre el hablante.

Cuando conversamos percibimos los síntomas que produce el interlocutor. Sin duda uno podría decir muchas cosas sobre las características de los interlocutores sin haberlos vistos. Esa posibilidad se apoya en los síntomas lingüísticos que produjeron.

La forma en que nos expresamos condiciona además al oyente. De acuerdo con las circunstancias y con lo que pretendemos conseguir podemos dirigirnos al interlocutor de muchas maneras. Podemos ser suaves o bruscos, directos o indirectos. Así cuando hablamos con un superior tal vez digamos: disculpe señor, ¿podría prestarme el expediente un momento? En cambio si nos dirigimos aun inferior, quizás le digamos: Oye Juan tráeme el expediente.

Si comparamos los mensajes, podremos observar dos manifestaciones de la función apelativa. Esta función se observa sobre todo en las órdenes, que son una forma clara de apelación.
Los matices que podemos dar a través de la lengua son muchos.

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